Quiero agradecerles lo que ahora soy...
Gracias por darme de vida, por su amor,
por las caricias, por el dolor, por las sonrisas,
por el sufrimiento, por los regaños y por el aliento.
Gracias por enseñarme a crecer,
a través del sufrimiento,
curándome las heridas y
consolándome en mis lamentos.
Gracias por ser como son,
que Dios no pudo escojer
de una manera mejor,
a mis padres, la pareja que ustedes son.
Autora: Cintia E. Martínez
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